Cuentos andinos es una obra que
nace en un momento de opresión: Enrique López Albújar dio a conocer estos
cuentos en 1920, poco tiempo después de haberse hecho merecedor a una
suspensión en el cargo que desempeñaba como juez de Huanuco debido a un
polémico fallo que, emitido como un acto de conciencia, desafiaba al sistema
jurídico de su tiempo y, por lo tanto, no tardaría en acarrear sanción para su
autor. Lejos de resignarse a buscar la conmiseración del lector, esta obra
evoca un dolor mucho más desgarrador y real. Bajo el signo de la misma entereza
con que López Albújar hizo frente a las consecuencias de su decisión judicial,
estos Cuentos andinos no buscan colocar al indio en el papel de víctima o de
criatura oprimida. No hay lástima ni concesiones en esta obra. El escritor que
bulle en Enrique López Albújar nos ofrece, muy por el contrario, la descarnada
representación de un mundo agreste, donde los personajes y el entorno se
amalgaman para conferir una fuerza abrumadora a cada uno de estos relatos. En
ellos el autor retrata de manera magistral los escenarios y protagonistas del
universo andino. Considerada como una de las grandes obras de la literatura
peruana, estos nueve cuentos, entre los que destacan “Ushanan-jampi”, “El
campeón de la muerte”, “Los tres jircas” y “La mula de taita Ramun”, proponen
al lector una travesía que le permitirá reconocer en el hombre del Ande a una
pieza fundamental de la identidad peruana.
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